sábado, 9 de agosto de 2008

LOS PERSONAJES

Los siguientes individuos fueron parte del núcleo de personajes de Watchmen. Ellos se unieron durante un corto tiempo para integrar "Los Justicieros", el intento fallido del Capitán Metrópolis por formar un grupo que sucediera a "Los Minutemen" en 1966.

El Comediante
El Comediante es el único miembro de los Justicieros que también estuvo asociado a los Minutemen, a excepción del Capitán Metrópolis. Posee una mirada muy cínica y nihilista sobre la vida y cree que la mayoría de los individuos son incapaces de afectar la realidad geopolítica del mundo. A menudo, el Comediante es motivado por sus propios deseos, y tiende a trabajar solo a menos que los motivos de otros sean similares a los suyos. El Comediante, un posible sádico, suele dedicarse a actividades violentas como la violación, algo imperdonable que intentó (y falló) una "única vez" y que Rorschach describió como un "lapsus moral". Actuando como agente del gobierno durante la guerra de Vietnam, fue atacado y herido por una vietnamita embarazada (de su hijo, según se sugiere implícitamente); furiosa al escuchar que el Comediante pretendía abandonarla cuando regresara a los Estados Unidos, ella le cortó el rostro con una botella rota. En represalia, el Comediante la asesinó (y al niño nonato) de un disparo, con el Dr. Manhattan de testigo. La herida del Comediante le dejó una gran cicatriz que le cruzaba la mejilla derecha desde la comisura de la boja hasta el costado de su ojo derecho.
El Comediante quizo abusar sexualmente de Sally Jupiter, la primera Espectro de Seda, y parece haber tenido luego un romance con ella durante el cual engendró una hija, Laurie, la segunda Espectro de Seda.
Al principio, su accionar "moralmente correcto" al combatir el crimen contrastaba con su personalidad abrupta y cruel, que lo presentaba como una persona carente de empatía hacia los demás. Sin embargo, y a raíz de su descubrimiento de la "isla alienígena" de Ozimandias, parecería que el Comediante no es alguien totalmente egoista y egocéntrico, sino alguien preocupado por el bienestar de la mayoría. Su conducta podría ser un signo de la creencia en el utilitarismo, indicando que, en el caso de la guerra de Vietnam, su violencia estaba justificada (en su cabeza) ya que actuaba en representación de su gobierno y su país.
Rorschach, en medio de su investigación de la muerte de un sujeto llamado Edward Blake, descubre que Blake era la identidad secreta del Comediante.
Según Rorschach y el Dr. Manhattan (capítulo 2: "Amigos ausentes"), Blake no era exactamente un utilitarista ni un nihilista, sino alguien que podía ver los hilos que nos manejas y creía que el mundo era un escenario o una broma, por lo que decidió convertirse en una parodia, un reflejo de la vida, un "Comediante". Siendo el único que comprendía al mundo con tal claridad, estaba solo. «Pero no hay refugio. Y el futuro nos mira como un tren expreso. Blake comprendía. Lo trataba como una broma, pero comprendía. Vio las grietas en la sociedad. Vio a los hombrecitos enmascarados trantando de sujetar todo en su lugar. Vio el verdadero rostro del siglo XX y optó por transformarse en un reflejo, una parodia. Nadie más reconoció la broma, así que estuvo solo.»

Rorschach
Rorschach (Walter Kovacs), un ejemplo extremo de absolutismo moral, es invariable en su respuesta ante la maldad: debe ser castigada sin importar lo que cueste (aunque en su diario admite que simplemente hace "lo que debe hacerse". Irónicamente, afirma que no existe un significado o absoluto moral que nos sea impuesto, sino que son todas creaciones de la mente del individuo. Su oposición intransigente ante el crimen es comparable con su falta total de empatía hacia los criminales, a quienes él trata como no-humanos; su desprecio por las leyes convencionales, los gobiernos y la policía provocan que se vuelva un vigilante, ya que piensa que la ley no hace lo suficiente por combatir el crimen. Rorschach muestra poco respeto por la "moral convencional" y está dispuesto a tomar medidas drásticas para alcanzar sus metas, como por ejemplo la tortura e incluso la ejecución de los criminales. Su actitud de "juez y jurado" unida a su lectura del The New Frontiersman ponen en claro que valora los puntos de vista que sostiene la sociedad en general; sin embargo, castigar el crimen es lo único relevante de su cruzada personal y la única cosa que expresa. Rorschach está resuelto a no pasar su vida como un espectador y, al igual que a Batman, el crimen lo ha llevado a convertirse en un cruzado. Además, su expreso disgusto hacia los homosexuales y hacia la figura femenina implica que él mismo podría tener cuestiones sexuales sin resolver que canaliza por medio de una moralidad extrema.
En el caso de Rorschach, el asesinato de Kitty Genovese (y la inacción de sus vecinos) fue lo que lo inspiró a luchar contra el crimen. Kovacs utiliza una máscara creada a partir del retazo de un vestido que él cree perteneció a Genovese; el distintivo patrón blanco y negro cambiante de la máscara se debe a que la tela fue creada por el Dr. Manhattan. La clara división entre blanco y negro de la máscara es un reflejo de la mirada absolutista de Rorschach: las cosas son buenas o malas, blancas o negras; no existe un punto medio, un "área gris". Sin embargo, él era un aventurero enmascarado más, feliz de que el sistema legal se ocupara del castigo a los criminales, hasta que en una de sus investigaciones descubrió el brutal asesinato de una niña. El secuestrador de la pequeña la había cortado en pedazos y alimentado con ellos a dos pastores alemanes. Este acto horripilante encendió la ira de Rorschach, quien, no satisfecho ya con detener a los criminales, decidió que también impondría su castigo. Este momento es descrito como el momento en que Walter Kovacs murió y nació Rorschach. La leyes ya no le importaban y fue el único aventurero enmascarado que siguió operando sin la sanción del gobierno tras la aprobación del Acta Keene. Su opinión del Acta se resumió a matar a un conocido violador al que luego dejó enfrente de una comisaría con una nota en cadáver donde se leía "¡NUNCA!"

Ozimandias
Pese a ser un miembro de la élite intelectual, un seguidor del utilitarismo y estar dispuesto a matar a millones de inocentes para salvar la vida de billones, Ozimandias aparenta ser el más "bueno" de los personajes de Watchmen. Al igual que Rorschach, cree estar exento de las limitaciones que acarrean las normas de conducta convencionales y se posiciona por encima de cualquier experiencia humana común. Su comportamiento y fe en sí mismo sugieren que podría ser un megalómano, mientras que su idolatría de Alejandro Magno le otorga una especie de "espina en su costado". Ni siquiera su dedicación filantrópica, sus inventos, ni su gigantesca empresa multimillonaria pueden saciar sus ansias de grandeza. Este punto de vista único le permite mantener un pensamiento desalmado por la vida de la gente "común" (aunque luego admite ante el Dr. Manhattan su responsabilidad por soportar tan enorme culpa). Si el Dr. Manhattan es visto como Dios, entonces Ozimandias puede fácilmente ser comparado como el aspecto apolíneo de la filosofía de Nietzsche.
Ozimandias se retiró como superhéroe varios años antes del Acta Keene para edificar su "imperio", negocios muy lucrativos gracias a su inteligencia cuyas ganancias serían empleadas para financiar su plan.

Doctor Manhattan
Luego de un accidente, el científico Jon Osterman fue transformado en algo inhumano, el único personaje de Watchmen que posee poderes sobrehumanos (con la posible excepción de aquellos cuyos poderes psíquicos son aludidos). A lo largo de la serie, el Dr. Manhattan va alejándose de la humanidad como un todo. Mientras la historia se desarrolla, él va perdiendo el interés en los asuntos humanos y niega la validez de cualquier noción moral (por ejemplo, gradualmente abandona todo tipo de vestimenta). Su habilidad para ver al mundo sin la constricción del tiempo lo lleva a abrazar el determinismo. El Doctor Manhattan se identifica como una figura divina a medida que Watchmen avanza; luego de su muerte y resurrección, se vuelve prácticamente omnisciente y omnipotente, y en la última escena en que aparece camina sobre el agua y se va para crear vida humana en alguna otra parte. Pese a todos sus poderes cuasidivinos, comete tantos errores y es tan humano como el resto, además de tener dificultades en sus relaciones. El Dr. Manhattan personifica al intelecto por encima de las emociones. A causa de su distanciamiento y filosofía un tanto nihilista, es criticado por muchos de los personajes de Watchmen. Él representa al übermensch de Nietzsche en el sentido que sus acciones se hallan más allá del bien y del mal, a diferencia de Rorschach cuyas acciones son motivadas completamente por los conceptos del bien y del mal (algo que, durante una entrevista, Ozimandias reveló que era "una limitación intelectual").

Espectro de Seda II
Laurel (Laurie) Juspeczyk es una heroína reluctante que fue lanzada en su carrera por voluntad de su madre, la primera Espectro de Seda, quien había sido una reconocida combatiente del crimen antes del nacimiento de su hija. Pese su resistencia inicial, Laurel comienza una relación amorosa con el Dr. Manhattan. A lo largo de la historia, ella se disgusta cada vez más con el distanciamiento del Dr. Manhattan de la humanidad y, tras su ruptura, el Dr. Manhattan abandona la Tierra. En el final, ella ocupa un papel central haciendo que Manhattan se dé cuenta del valor de la vida humana. Laurel también se involucra románticamente con Dan Dreiberg, el segundo Búho Nocturno.

Búho Nocturno II
Dan Dreiberg lucha por buscar sentido a su vida, idealizando la noción de ser un vigilante enmascarado. Su fuerte interés en la ornitología se manifiesta en alguos de sus inventos, que se relacionan de algún modo con los búhos. Dan admite su fanatismo hacia el Búho Nocturno original y su comodidad respecto a sus ideas infantiles sobre la nobleza y la aventura. Sin embargo, no es firme en su objetivo (a diferencia de Rorschach) y a menudo depende de otros que le digan qué hacer en lugar de seguir sus propios instintos. Dreiberg, entre todos los héroes, parece representar al hombre común, al pragmático que busca el bien general pero que desea involucrarse específicamente. Además, sus metas en la lucha contra el crimen reflejan en forma más clara la inefectividad de los héroes enmascarados de su mundo, ya que derrocha cantidades inmensas de dinero en vehículos y vestimenta para ataques de misiles, temperaturas bajo cero, invisibilidad ante radares, etc., para atrapar, según él, a "prostitutas" y "arrebatadores de carteras". Pero cuando él, Espectro de Seda y Rorschach (especialmente él y Rorschach) comienzan a investigar al cerebro detrás de los sucesos recientes, todos sus inventos se convierten en fundamentales para sus avances. También comienza una relación romántica con Laurie Juspeczyk, la segunda Espectro de Seda.

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